En este proyecto, nos sumergimos en un juego de contrastes, fusionando la oscuridad con destellos de misterio, donde los tonos verdes y negros son los protagonistas. Estos colores, cuidadosamente seleccionados, infunden un sentido de intriga mientras mantienen una elegancia imponente.

El mobiliario de madera seleccionado no solo refleja calidez y encanto, sino que también evoca una sensación de tradición y autenticidad que se integra a la perfección con la esencia del lugar. Las barras iluminadas actúan como puntos focales, añadiendo un toque de modernidad y vitalidad al espacio, a la par que realzan la belleza de la madera que las rodea.

El techo, compuesto por láminas de madera estratégicamente dispuestas, es una de las piezas maestras del diseño. Este elemento arquitectónico genera una sinergia armoniosa desde cualquier ángulo, unificando el ambiente y enriqueciendo la experiencia visual de los comensales. La interacción entre la luz y la textura de las láminas de madera crea un juego de sombras fascinante, añadiendo profundidad y carácter al entorno.

Para equilibrar la atmósfera intrigante y elegante, incorporamos elementos naturales como plantas cuidadosamente seleccionadas. Estos toques de verdor aportan frescura y vitalidad al espacio, a la vez que contrastan con la sobriedad de los tonos oscuros, creando una sensación de equilibrio y armonía.